Para una mejor comprensión de lo que significa el turismo colaborativo, haré una breve introducción sobre el consumo colaborativo. Es un sistema en el que los bienes y servicios son compartidos entre particulares ya sea de forma gratuita o por un precio.
Este concepto ha existido siempre en los pequeños círculos de confianza de familiares y amigos. Pero, actualmente se han ampliado a grupos mucho más grandes gracias al uso de internet y las redes sociales, tanto que están tomando una dimensión y una velocidad inimaginable hasta el momento.
Ouishare, comunidad creativa para la economía colaborativa, la define como “sistema de relaciones y conjunto de iniciativas (culturales, sociales, económicas e incluso políticas) basadas en redes horizontales y la participación en comunidades. Esta economía tiene efectos en todos los ámbitos de la socidad”.
Lo que hace esta práctica tan radicalmente distinta al sistema tradicional es su cambio de lógica: se pasa de poseer un bien o un servicio a únicamente tener acceso a él. Gracias a las innovaciones tecnológicas surgen plataformas específicas de cada sector con lo que es más fácil contratar o compartir bienes y servicios.
Estas plataformas colaborativas, también llamadas plataformas P2P (peer to peer), evolucionan cada día y permiten a los usuarios acceder a las mejores ofertas haciendo búsquedas específicas con determinados filtros de geolocalización, valoraciones de otros clientes y características del bien o servicio.
Según el estudio de la consultora Nielsen “Is Sharing the New Buying?” (¿Es compartir la nueva forma de comprar?) realizado en 2013, el 68% de los consumidores a nivel global están dispuestos a compartir o alquilar sus bienes a cambio de obtener beneficios. Los tres países con más índice de personas dispuestas a compartir son China, Indonesia y Eslovenia.
La suma sigue subiendo y es que cada vez más personas planifican su viaje y reservan a través de las plataformas de economía colaborativa ya sea relacionado con su hospedaje, transporte u otros servicios como guías locales. Existen diferentes variables o motivaciones generalizadas que nos influyen en el momento de realizar las reservas y contrataciones, así como distintos roles que podemos ejercer dentro de estas plataformas.
MOTIVACIONES AL PARTICIPAR EN LA ECONOMÍA COLABORATIVA
- Beneficios racionales. Desde el punto de vista del consumidor se puede obtener el bien o servicio a un precio bajo o gratuito, y desde el punto de vista del productor se pueden generar ingresos extras.
- Beneficios emocionales. Experiencias humanas, permitiendo compartir y relacionarse directamente con otros iguales. Hace que te sientas bien por consumir de una manera racional y eficiente. Y además, se viven experiencias únicas al encontrar actividades más específicas y no masivas.
- Beneficios ambientales. Compartir coche, intercambiar ropa u otros objetos ayuda a conservar el medio ambiente.
USUARIOS DE LAS PLATAFORMAS P2P
Podemos adoptar principalmente el rol de microemprendedor o el de consumidor. En un negocio lineal tradicional como un hotel se es consumidor o trabajador. Sin embargo, en el turismo colaborativo aparece un empoderamiento de las personas, tanto de productores como de consumidores; hay una convivencia y se crea una comunidad que comparte valores, los usuarios son activos y comprometidos.
Otro dato interesante que demuestra el estudio de la consultora Nielsen es que la economía colaborativa no es una tendencia para los jóvenes de la era digital, sino que se extiende a usuarios desde edades de menos de 20 hasta 64 años.
El estudio relaciona la edad de los participantes en función de su origen, en Latinoamérica es donde se nota un mayor porcentaje de personas mayores dispuestas a compartir e intercambiar. Aún así, los milleannials (usuarios entre 21 y 34 años) son los más propensos a utilizar o alquilar servicios y bienes de otros usuarios.
LIMITACIONES DEL MERCADO TRADICIONAL
En la actualidad, empresas, destinos, profesionales y administraciones han entendido la revolución social de los viajes de forma diferente. Si no quieren quedarse atrá deberían de trabajar en conjunto para entender y potenciar el nuevo modelo revolucionario de turismo colaborativo. No se debería ignorar la forma en que la economía está cambiando el intercambio de modelo de negocio tradicional.
Es importante comprender que los beneficios ya no se compran sino que se comparten a través transacción directa entre el proveedor y el cliente. Las empresas todavía no han desarrollado una estrategia para actúar en este sentido. Deberían de pensar en las posibles implicaciones futuras para su industria y su propio modelo de negocio. Aún así, el turismo colaborativo a pesar de su gran crecimiento necesita madurar, crecer y mejorar su sistema legal.
LIMITACIONES DE LA PLATAFORMAS COLABORATIVAS
La falta de regulación dificulta su aceptación por parte del mercado tradicional. Las administraciones públicas necesitan dialogar con los proveedores de las plataformas con el fin de llegar a un acuerdo y poder dar con soluciones en asuntos tales como el pago de impuestos, conceder licencias, definir donde y quienes pueden desarrollar las actividades, cómo controlarlas o asegurar derechos para los usuarios.
Regularizar las plataformas podría fomentar las actividades turísticas ya que los usuarios sentirían una mayor credibilidad por los servicios ofrecidos y esto, a su vez, aumentaría la oferta de empleo.
Pero no resulta fácil, pues al ser modelos tan novedosos en algunos de los destinos pioneros que cuentan con normas que no superan el año, ya están inmersos en procesos de cambio de las mismas, debido a la dimensión y los efectos inesperados desarrollados por las plataformas P2P.
Hoy en día estas plataformas, todavía carentes de regulación, ya ofrecen un cambio cualitativo hacia el turismo sostenible: fomentan actividades turísticas en diferentes destinos y distintas épocas del año favoreciendo la desestacionalización de los lugares turísticos, proporcionan experiencias únicas y contribuyen a una mayor proximidad entre el turista y el local mejorando las relaciones con el entorno por lo que se desarrolla, además, la responsabilidad ambiental.