Hace unos años decidí que quería dar el paso, que quería ser yo quien llevara el velero; he de reconocer que me faltaba mucho, muchísimo para poder sobre todo anticipar y solucionar las pequeñas sorpresas que van llegando a bordo. Aún así me lancé, ¡cuánto se aprende cuando te enfrentas al reto de frente!
Ya tenía algunas millas tras la estela, había pasado tiempo en barcos, pero… al ser tripulante hay tantos detalles que se escapan, nada parecido a tener la responsabilidad total y no solo del barco sino también de la tripulación. Me parecía un mundo, y a la vez ¡un mundo en el que quería entrar! ¡Lo hice!
Qué cansado se me hizo tener que decidir constantemente, siendo la responsable desde lo más importante a lo más insignificativo; el ser realista en cuanto tempos y distancias, no saber si sacaba bien las velas, leer bien la meteo, saber si el lugar al que íbamos valía la pena, tener certeza de si el fondeo aguantará… ¿será buen lugar? ¿dónde vamos hoy? Y así una pregunta tras otra casi 24horas durante 7 días.
En mi primera vez todavía el blog lo respaldaban únicamente familia, amigos y conocidos, así que:
–> Alquilé el barco a un particular en el mar Jónico en Grecia. Necesitaba gente que quisiera compartir los gastos del alquiler. Mis padres y hermana me apoyaron en la decisión y vinieron mitad de semana, pero me faltaba llenar 4 días más, así que escribí un anuncio en Crewbay haciendo llamamiento* a todos aquellos que quisieran unirse a la tripulación de una viajera que quería probarse por primera vez como skipper.
*Única condición: No podían poner en duda mis decisiones, tuvieran experiencia o no; tenía que ser capaz de tomarlas por mi misma y si me equivocaba, saber solucionarlo. Se portaron genial, pues 2 de ellos tenían barco propio y nunca cuestionaron nada, ¡y eso que les di oportunidades…!
Salió mejor que bien, obviamente hice muchas cosas mal, aunque siempre con la seguridad como número 1 tanto para la tripulación, velero y demás navegantes; fallos de principiantes que por mucho que se intenten evitar se ha de pasar por ahí. Lo importante: enfrentarse a ellos. Al terminar la semana, estaba completamente destrozada por la carga mental que llevaba, pero ¡feliz! Extasiada de felicidad…
Fue tal la satisfacción y crecimiento personal que experimenté que el verano siguiente navegué 4 semanas como skipper. Quería explorar a fondo por mar, probarme a mí misma con distancias más largas, enfrentarme a destinos completamente desconocidos. Volví a ello, anuncio en el blog y también Crewbay, esta vez conté con gran apoyo de amigos de siempre e hice buenísimos nuevos amigos también, la semana a bordo une a escalas inimaginables 🙂 He encontrado este escrito, algo personal, que comparto con vosotros… (un trocito lo he quitado por ser ya demasiado sentimental fuera del tema):
Pasar una semana navegando en velero compartiendo con personas día y noche es un gran desafío. El rol de la persona a cargo (patrón/a, timonel, skipper) es muy completo, pues engloba no solo la capacidad de usar el viento a favor sino entender el velero, el medio y la tripulación.
- Hay que entender y cuidar el velero como si fuera propio, además de saber cómo funciona su envoltura, también conocer sus entrañas; es decir, no únicamente saber adaptar las velas al viento sino comprender sus sistemas y qué solución dar en caso de un fallo.
- Ni el reloj ni tú decidís, es el medio el que marca lo que sucede durante el día. Siempre alerta, siempre previendo, siempre flexible, así es como ha de ser un skipper; nos adaptamos a las condiciones que la meteo nos proporciona, día a día, hora a hora, momento a momento. Puede que todo esté/parezca controlado, pero todo cambia tan rápido…
- Las habilidades sociales son realmente importantes, no solo por tener una tripulación feliz sino por favorecer el clima necesario en cada momento, tener la capacidad de crear equipo comprendiendo puntos fuertes y limitaciones de cada persona a bordo, encontrar el equilibrio entre lo que buscan y lo posible.
A bordo, he sido la mayor parte tripulante y cada vez más a menudo empleo mi tiempo como patrona, conocer ambos puntos de vista con travesías tan diversas me hace posible entender y empatizar con ambas posiciones (y todas las que hay entre medio…). Me siento muy afortunada de haber navegado con muy distintos capitanes, de edades y nacionalidades muy diferentes (de Noruega, Rusia, Sudáfrica, Inglaterra, Francia, Brasil, Holanda, México, Grecia, Croacia y España) cada uno con su peculiar manera de ver la vida, navegar y tratar a la tripulación, que también ha sido bastante multicultural (más de 30 nacionalidades en los últimos 4años).
Me he dado cuenta que lo que más miedo da es enfrentarte a ese primer momento de skipper, cómo actuar frente a las posibles sorpresas tanto del velero como la meteo, estar seguro de las decisiones que se toman. Y es que, al menos en España, se permite navegar un velero obteniendo una titulación más teórica que práctica, con lo que a la hora de navegar surgen miles de dudas.
Poco a poco he ido recopilando en libretas de viaje todo lo que a mi me hubiera gustado que me contaran antes de llevar un velero por primera vez, la semana pasada se convirtió en una realidad, por primera vez impartía un taller sobre cómo navegar un velero por uno mismo.
Realmente no sé quién salió más maravillado si los que se apuntaron al taller o yo, disfrutamos juntos de la convivencia a bordo en un estado de alegría y entusiasmo altísimo, para mi esto (tras la seguridad) es lo más importante. Crear un clima en el que se esté a gusto, como en casa y en familia
El objetivo al trasladarme y organizar navegaciones en diferentes lugares(mares) del mundo es que todos descubrais por mar ese nuevo destino. Y no solo vosotros, yo también, para mi es importante que sea nuevo, tener ganas de explorarlo, esa emoción de llegar por primera vez es clave. La emoción en equipo.
Muy contenta con el resultado, así que... ¡repito! ¡Ya he confirmado barcos! ?
¿Lugar? Croacia ¿Fechas? 1-8 de junio o 8-15 de junio ¿Novedad? Esta vez alquilo dos barcos la misma semana con lo que podemos practicar además maniobras de abarloamiento, siempre da más seguridad el ir en flotilla, aprender los ritmos de cada velero al navegar juntos (vereis qué rápido se pierde un barco en el horizonte…jeje) y, sin duda, un clima excepcional con personas con mismos objetivos.
No es solo un taller de navegación, también conocer un estilo de vida, somos muchos a los que nos apasiona esto, convivir con personas con mismos intereses y visión por la vida abre muchos horizontes y unas apasionadas conversaciones.
¿Has salido a navegar alguna vez? ¿Eres PER/Timonel? ¿Te gusta viajar y quieres incluir el mar para expandir el mapa?
Si sales en barco ya sea entre amigos, desconocidos, familia e incluso compañeros de trabajo, alguien lo ha de navegar. Siempre se puede encontrar quien lo lleve pero… ¿te gustaría ser tú?
Escríbeme en el apartado contacto contándome sobre ti, tu experiencia y expectativas del taller. ¡Nos vemos en Croacia!
2 comentarios
Me encantó la experiencia griega. Espero poder compartir más travesías.
Transmites confianza y responsabilidad.
Gracias!!!
Que vida tan divertida tienes! Si algun dia te intetesa explorar BC, Canada, por favor contactame.