Todo cambia, cuando sabes que lo haces o vives por última vez...
Siempre que estoy a punto de embarcarme en una gran travesía me invade una doble sensación: entusiasmo por lo que viene y cierta nostalgia por lo que dejo atrás.
Esta vez, a menos de 2 semanas de largar amarras para embarcar en la Vuelta Vertical, está siendo diferente.
Estaremos navegando durante doce meses. Un año entero en el que el mar será casa, horizonte y camino.
Nunca antes me he enfrentado a algo así. Y aunque estoy convencida al 100% y realmente feliz por atreverme a soñarlo, apostar por ello y ver que casi ya es una realidad, también siento tristeza.
Ya echo de menos a la gente que quiero, a la que por lo general veo poco por mi estilo de vida, y sé que durante este tiempo veré aún menos.
Aunque en esta reflexión, me gustaría compartir y centrarme en una nueva sensación: la plenitud que da la noción de lo finito.
Noción de lo finito
No hay duda que cuando sabes que algo se termina, lo valoras más.
Para mi, en plena cuenta atrás, cada día, cada hora, cada gesto cotidiano se vuelve más nítido, más real, más importante.
Desde que despierto hasta que me acuesto, todo me recuerda que igual es ya la última vez que eso lo hago en tierra, y justo por eso, siento que lo vivo muy consciente.
Desde cortar fruta para el desayuno, dormir sin movimiento, despertar sin tener que estar alerta, abrir un grifo y que salga agua, hablar con el vecino, caminar…
Todo sabe diferente.
Sé que (¡muy!) pronto todo esto cambiará: que la fruta desaparecerá del barco, que las rutinas se disolverán y que vendrán otras, más intensas, más inciertas.
Y esta es la maravilla de lo finito:
Se vive en presente, se vive en momentos, se vive consciente.
Desde hace unas semanas, me siento realmente agradecida. Todo tiene mucho más valor.
Desde hace unos días, me acompaña un pensamiento constantemente: ¿será esta la última vez que …?
¿Será esta la última vez que abrace a mi amiga sin saber cuándo volveré a hacerlo?
¿será esta la última vez que camine por la montaña?
Estamos ya en la recta final. Vamos con todo.
¿Será esta la última vez que os escriba desde tierra firme?




5 respuestas
muchos interrogantes
hermosos pensamientos, me conecto con los mismos,lo mio son las montañas, y en cada proyecto pongo todo de mi,transpiro emociones,llegado el momento de partir me cuestiono el por que,cambio lo seguro ,lo cómodo, lo tranquilo,etc por lo incomodo,lo traumatice,inseguro,poniendo la propia vida en riesgo,prima el instinto aventurero,la pasión por sentir los momentos, buena estrella amiga !
Paula, nada comienza y nada termina. Son matices de un presente continuo…el tiempo es una ilusión.
Que se lo gocen todo. Muchos los estaremos acompañando en vuestra travesía y sumando toda nuestra buena energía para daros nuestro apoyo.
Buen viento y buena mar
Te sigo con cariño y admiración desde creo el 2018, y cuando Pedro anunció este proyecto deseaba profundamente q tu tomaras parte, no sería lo mismo sin tu presencia. Ahora, ya faltando apenas dos semanas para la partida te deseo lo mejor para todo el viaje, los estaré siguiendo dia a dia. Un abrazo muy afectuoso desde Buenos Aires.
Como dice la canción SOLO SE TRATA DE VIVIR buenos vientos!