¿Dónde está el capitán? ¿No hay hombre a bordo? ¿Te interrumpen al hablar? ¿Solo miran/contestan al hombre que se sienta a tu lado a pesar de estar tú a cargo? Ser mujer capitana todavía crea reacciones extrañas (por llamarlas de alguna manera). Ya es hora de normalizarlo. Somos más, muchas más de las que pensamos.

Y, más extraño (por llamarlo de alguna manera) todavía, las quejas que se escuchan de algunos hombres de que no encuentran compañeras, mujeres de mar con quien compartir su pasión. Evidente es la desproporción entre hombres y mujeres que navegan.

¿La razón?

El trato por parte de algunos hombres de hoy quizá sea legado de la prohibición y superstición sobre la mala suerte que traía el embarcar mujeres a bordo cuando era un trabajo para hombres, por ejemplo Collingwood, capitán de la Armada británica, escribía en 1808: “Jamás he conocido a una mujer que viajara a bordo de un barco sobre el que no se cerniera la desgracia”.

Y en cuanto a nosotras, ahora que nadie puede cuestionarlo, ¿por qué no somos más las que embarcamos? ¿desconocimiento? ¿herencia cultural? ¿falta de confianza? ¿miedo a cometer un error? ¿creer que se trata de fuerza? ¿presión de un entorno que no espera que ocupes esa posición?

Esa sintonía con la naturaleza; el mar, el sol, el viento. Esa sensación de libertad; elegir dónde ir, cómo ir, cómo vivir. El maravilloso estilo de vida; aprender cada día, la independencia, la autosuficiencia.

Los desafíos en el mar son los mismos para todos, el mal tiempo, el mareo, los días sin descanso, la reparación, la coordinación de la tripulación, entender del mar … Y a pesar de ellos, todos y todas seguimos escogiendo el mar por la misma razón, el desafío en sí mismo.

Aquellas personas que deciden ser arquitecto, médico o ingeniero,  profesiones en las que quizá antes no había demasiadas mujeres y en las que ahora ni se cuestiona, han de aprender aquellas habilidades para desempeñar su cargo, ¿no es así?

Lo mismo sucede con el mar.

Yo no nací siendo capitana, aprendí (y sigo aprendiendo día a día) a ser capitana igual que se aprende cualquier otra profesión, hobbie o se adquiere un determinado estilo de vida. Tan solo hace falta ganas e intención.

Este verano tuve la suerte de poder organizar junto a Suzanne Van Der Veeken una semana en la que alquilamos 2 veleros, éramos 17 personas navegando y descubriendo juntas, en las que la proporción de mujeres patronas nos sorprendió, 3 «female skippers» en un grupo de 17 viajeros, algo inusual que ojalá se volviera ridículamente pobre en un futuro.

Dado que éramos 3 mujeres patronas de culturas diferentes (Holanda, Alemania, España) y que llevábamos unos años navegando habiendo viajado en diferentes barcos, mares y con diferentes nacionalidades decidimos tener una conversación frente a la cámara acerca del rol de la mujer y la vela tal bajo nuestros puntos de vista.

Coincidimos en la todavía poca presencia femenina tanto a la hora de alquilar velero, patronear un barco o solucionar problemas en temas de motores o instalaciones. También coincidimos en que cuando implicábamos a las mujeres a bordo en el tema de la navegación muchas se mostraban muy dispuestas y encantadas.

Quizá el tomar la posición de responsabilidad a bordo siendo mujer todavía cueste debido a la creencia de «no es para mi», a la falta de confianza personal; desgraciadamente es común escuchar todavía sorpresa, incredulidad e incluso algún que otro comentario machista (muy pocos por suerte) por parte de trabajadores del mar cuando ven a una mujer a cargo de un barco, lo que merma la seguridad en una misma.

Situaciones en las que no te miran cuando explican, no se dirigen a ti aunque tengas la responsabilidad total, te hacen sentir incapaz, se ríen ante cualquier fallo (común en cualquier persona), no se fían de que lleves el velero, insultos machistas enmascarados en chistes… Sí, sigue ocurriendo, pero esto no excusa o limitación; estos ejemplos son pocos, solo que quedan grabados. Ante ellos: caso omiso, obstáculos habrá en cualquier camino que decidas tomar en la vida, en tierra y mar.

De hecho, sabiendo que todavía somos pocas en proporción a los hombres en cuanto a la vida a bordo se refiere, yo por ejemplo me obligo siempre que entro o salgo de puerto y aunque no me apetezca demasiado, siempre siempre a ser yo quien atraque el barco, para que aquellas personas en puerto (si las hay), se familiaricen con la imagen de la mujer a la rueda; quizá sea una tontería, pero es algo que ya aplico como norma desde hace tiempo.

Cuando propuse en redes sociales mi intención de editar este video, me hicisteis varias preguntas que también contestamos en el video; qué nos gusta del mar, qué titulaciones tenemos, qué nos impulsa a seguir navegando.

Cuando propuse en redes sociales mi intención de editar este video y si queríais formar parte de él, la respuesta fue abrumadora, ¡cuántas mujeres me habéis enviado videos y fotos! ¡¡¡Muchísimas gracias!!!

AQUí IRÁ EL VIDEO

Además y para inyectarnos de fuerza, he intentado recopilar ejemplos públicos de mujeres navegantes que comparten su pasión por el mar con perfiles muy diferentes: tanto adolescentes como personas ya bien mayores, con impedimentos físicos, diferentes clases sociales, distintas nacionalidades sin casi recursos o llevando a cabo proyectos muy ambiciosos… ejemplos que seguro te sirven de inspiración y no dejan lugar a ningún tipo de excusa si lo que realmente quieres es navegar, descubrir o vivir este estilo de vida, ahí va un regalo extra de motivación para comenzar el año:

Nike Steiger compró un velero, lo reparó y se lanzó a cumplir un reto personal, viajar y vivir en su velero, en su blog White Spot Pirates comparte tanto las maravillas como sus malos momentos en esta aventura con poco presupuesto pero mucho empeño. 

Lisa Blair es la primera mujer en circunnavegar la Antártida en solitario; su nuevo reto en este momento, hacer lo mismo pero en Australia. Toda una inspiración y ejemplo de perseverancia y desafío que puedes seguir en su web Lisa Blair Sails The World.  

Joana da gran importancia a la huella de carbono durante sus viajes, por eso escogió viajar en velero. Así puede viajar a su vez de una manera única y sostenible mientras produce su propia energía solar y agua potable. En sus recaladas a través de su blog Sailing Tangaroa organiza limpiezas de playas y cumple una estricta política de residuos a bordo, para ayudar y fomentar el mantener limpios nuestros océanos. ¡Ah! Y viaja junto a su perro Donna.  

Liz Clark eligió como compañera de viaje su gata Amelia. Zarpó de California a bordo de Swell a principios de 2006 con la esperanza de explorar el mundo a bordo de un velero. Desde entonces, Swell es su casa flotante y medio de transporte transporte. Viaja a un ritmo lento, el viento, las olas y las mareas dictan sus días. Su objetivo: Buscar y compartir en su blog Swell Voyage las mejores formas para que la humanidad pueda habitar nuestro planeta.  

Emily Penn, capitana que lucha por la preservación de los océanos, estudia los desafíos ambientales en las partes más remotas del planeta, su web lleva su nombre. Ahora se enfrenta a un nuevo proyecto en el que invita a 300 mujeres voluntarias a participar en una vuelta al mundo bajo el nombre Exxpedition.

Suzanne Van der Veeken lleva 10 años de aventuras por todo el mundo en las que ha habido una constante: la llamada del océano. Hace 4 años que navega como tripulante en barcostop y comparte sus travesías en su web The Oceanpreneur con la misión de conectar a las personas con el océano y fomentar su defensa a la vez que promover acción oceánica.

A Amy Sinclair  la navegación le cambió su vida de muchas maneras diferentes, desde entonces lo comparte en su instagram para animar a otros a que se adentren en el deporte. Amy comenta  que «existe la idea errónea de que si te metes en el mundo de la navegación necesitas mucho dinero, pero no es tan cierto», dice. «Como miembro de la tripulación, lo único que necesitas es comprar un par de guantes y tal vez un poco de cerveza porque es un deporte muy socializado”. Además fundó #SailingNoire para romper los estereotipos y hacer que más gente de todas las nacionalidades se lance a navegar. Aquí un video presentación de su filosofía.

Hilary Lister nació con una enfermedad degenerativa que la puso en una silla de ruedas a la edad de 15 años, su condición empeoró y desde los 27 vivió paralizada de cuello hacia abajo. Gracias a un sistema desarrollado por Steve Alvey podía navegar, cambiar la dirección de la embarcación y controlar las velas. Se ha convertido en la primera persona tetraplejica en dar la vuelta a Gran Bretaña en solitario.

Jeanne Sócrates demuestra que la edad no es barrera, cuenta el récord como la mujer más mayor que ha circunavegado el mundo sin ayuda de un equipo de apoyo en tierra y sin parar, lo logró en su tercer intento. Su objetivo fue rodear los 5 grandes cabos a navegando por el Cabo de Hornos y el Océano Austral. Todo en su web SV Nereida.

Christine Couch demasiado independiente para estar sentada junto al teléfono esperando una invitación, ni con intenciones de pasar horas en la cocina llegó a la conclusión de se compraba ella el barco y que tenía que poder manejarlo ella misma sin depender de tener que encontrar tripulación para poder navegarlo. Lo compró hace ya 17 años y ahora su hogar se encuentra en la Gran Barrera de Coral entre 74 islas tropicales. Comparte valiosos recursos para todas aquellas mujeres que estén pensando en tomar caminos similares en su web Sailing Women on Yachts.

Leíamos antes el reto de la mujer más mayor, a Jessica Watson la edad tampoco la limitó. Soñaba con el viaje en solitario ya a los once años. Leyó libros de personas que lo han hecho y cómo se las arreglaron… Así alimentó su sueño, y a los 16 años se convirtió en la persona más joven en navegar en solitario sin ayuda y sin parar alrededor del mundo. Considerada una héroe por su hazaña, Jessica se considera tan solo una persona común, que tuvo un sueño, trabajó duro en ello y demostró que todo es realmente posible. Más en su web.

Y cómo no, Laura Dekker, que a los 14 años se presentó ante los tribunales de los Países Bajos en medio de una batalla de un año de duración con las autoridades holandesas que provocó una tormenta de medios global. Youth Care y otras organizaciones gubernamentales participaron en el primer caso judicial y pidieron al juez que la alejara de su padre y la encerrara en una clínica segura. ¡Llegaron a ponerla bajo la tutela de las agencias de protección holandesas! http://www.lauradekker.nl/English/Home.html ¿Por qué? Soñaba con cruzar el mundo desde los 10 años. Laura cumplió su sueño a bordo de su velero de 38 pies, Guppy, explorando el mundo en busca de libertad y aventura. A diferencia de Jessica, paraba y fondeaba para dormir, estudiar y reparar su velero como para surfear, bucear, descubrir y conocer personas del lugar. A sus 16 años circunnavegó en solitario el mundo en su velero en 210 días, pese a que intentaron impedirlo por su edad, siendo la persona más joven en dar la vuelta al mundo. Más información en su web, y recomendadísimo el documental de su travesía:

Recomiendo que sigas las historias que más te hayan llamado la atención, cada una tiene un perfil muy diferente a la otra, cada una sacará de ti ese instinto quizá todavía algo tímido, fortalecerá tus ganas y ayudará a tomar acción, todas han tenido que superar las barreras que tú encontrarás o estás encontrando, ese «¿cómo vas a viajar sola?», «cuidado con los hombres», «no eres lo suficientemente fuerte», «tu sola en el velero es demasiado peligroso», «nunca lo conseguirás». Si hubieran caído en ellos, no podríamos tenerlas ahora como un referente.

Ese tipo de comentarios existen y es posible que perduren un tiempo indefinidamente largo; lo bueno, que puedes elegir evitarlo. Intenta rodearte siempre de gente que te motive, aléjate de la negatividad, júntate con personas que hablen, intenten o hayan logrado lo mismo, siempre que sea posible personalmente y si no, aquí está internet para echar una mano.

Por mi parte, desde hace unos años, con mi proyecto Allende los mares intento conseguir mostrar otro punto de vista de la vela, la del estilo de vida, acercar el mar a las personas desde la perspectiva del estilo de vida y viaje, mostrar el día a día en el mar desde una visión didáctica y accesible a la vez que aventurera viajando como tripulante MUJER en veleros de otras personas o como capitana MUJER alquilando veleros. Espero motive también de alguna manera tus inquietudes.

Y gracias al video que da lugar a este artículo tanto yo como las que disfruten este video se darán cuenta de que hay muchísimas más mujeres navegando también en el anonimato. Gracias a todas vosotras. Gracias por la gran cantidad de imágenes y videos recibidos al llamamiento de mujeres navegantes para crear este video. Comparte y difunde para que muchas más tomen el valor y se lancen a ello.

¿Alguna mujer que debiera haber mencionado? He incluido los ejemplos relevantes de mujeres navegantes (cruisers se llaman en inglés), aquellas que no se dedican profesionalmente a ello, sino que viven a bordo o se proponen retos personales, aventureras en lugar de deportistas (que es lo que intento mostrar siempre en mi blog). Te agradezco si complementas el artículo con tu comentario, seguro que hay más mujeres que debería haber incluido en el artículo  🙂