Olvidamos el plotter, apps, ordenadores,… tan solo el mar, el viento y los astros nos acompañan en esta travesía. Conocer y estudiar la ruta, rumbos, corrientes y vientos predominantes previamente y durante es imprescindible pues de nosotros depende llegar a destino. Nada ni nadie nos indica hacia donde nos dirigimos.
Apostamos por la navegación tradicional, sin electrónica. Navegamos como antes, por estima conociendo nuestro rumbo y velocidad para más tarde comprobar mediante la altura de los astros cual es nuestra posición geográfica verdadera. En el velero tan solo sextante, carta náutica, almanaque y cronómetro.
La CAP apuesta por un nuevo concepto en la vela. No será una competición en velocidad como estamos acostumbrados a ver sino una competición de cálculo de posición. Se trata de acertar el lugar geométrico en el que navegas, ver quién es el velero más exacto a la hora de calcular su latitud y longitud con la ayuda de los astros.
Por primera vez y en flotilla nos hemos enfrentado al reto de llegar a Lanzarote desde Cádiz, una travesía oceánica de 600 millas tan solo con las velas y el sextante. Hasta 9 veleros intentaron participar y contactaron más 80 personas para sumarse como tripulantes en este nuevo desafío.
La flotilla ha navegado siempre a la velocidad del barco más lento, un gran reto ya desde el comienzo para el Copérnico Doblón que doblaba la eslora de la mayoría de los barcos. Siempre que la meteo lo permitió, calculamos nuestra posición con el sextante 3 veces al día (amanecer, mediodía y atardecer).
Surge de la inquietud de saber hacer, de comprender. Tras la CAP he constatado que era un sentimiento común, apostar por el examen de capitán de yate en general sirve para aprobar, es puramente teórico, muy pocos consiguen vivir y disfrutar de una travesía con sextante.
La CAP nació con la intención de poner en práctica lo aprendido. Desde Allende los mares busqué velero de nuevo esta vez con la intención de hacer travesía astronómica, Sailing Living Lab ofreció su velero y como tanto Diego de Miguel como yo nos encanta crear y compartir, surgió además la idea de hacerlo en flotilla y competir a la vez.
Al contar con pocos recursos en esta primera edición, no pudimos compartir el día a día de la CAP. Así que desde hoy comenzamos una serie de artículos y videos a modo de diario de bitácora sobre el transcurso de la CAP, desde la llegada de todos los veleros al Real Club Náutico del Puerto de Santa María en Cádiz hasta la llegada a Marina Rubicón en Lanzarote.
Cuaderno bitácora CAP: Viernes 5 Enero
Ya llegan participantes y seguidores. La acogida de la CAP ha superado todas mis expectativas. Sois muchos los que habéis contactado para poder sumaros a esta aventura. También llegaron regalos y sorpresas… La academia PERFácil nos prestó su sextante para navegar con él en el velero Acrobat, una preciosidad y todo un detalle pues pocos prestarían un instrumento así navegando y ¡ellos nos lo enviaron! ¡¡Muchísimas gracias!!
Endulzando todavía más el nacimiento de la CAP, comenzamos con una visita muy instructiva, el museo Naval de San Fernando nos abrió sus puertas para poder aprender más sobre instrumentos astronómicos anteriores al sextante.
Me considero una principiante realmente afortunada pues el pasado octubre no sabía de sextantes, observaciones astronómicas, rectas de altura, … La curva de aprendizaje estos últimos meses ha sido incalculable. Comencé mis estudios de capitán de yate en noviembre para examinarme en diciembre, lo sé, poco realista… pero bueno, siempre hay algo bueno detrás…
Pues al mismo tiempo la CAP se gestaba poco a poco… Diego y yo planteábamos una navegación astronómica en su primera etapa de su viaje al Caribe que poco a poco fue creciendo. Así que sumado al estudio del capitán de yate, comenzamos a crear el evento CAP.
Casi ni había sostenido un sextante durante más de 5 minutos y en la visita al museo ya estaba conociendo los sistemas antiguos de posicionamiento astronómico, haciendo crecer todavía más las ganas de salir a la mar con instintos a flor de piel para vivir realmente la navegación tradicional.
Aunque bien afortunados somos… Los marinos no supieron situarse de manera precisa hasta principios del siglo XIX. Primero, se situaban tan solo conociendo la latitud con la polar o la meridiana, hasta que a finales del siglo XVIII con el descubrimiento del cronómetro y la posibilidad de predecir con exactitud la posición de los astros (recopilada en el almanaque náutico), permitió conocer también la longitud.
Lo que más me llamó la atención es que directamente antes del gps, el instrumento utilizado tanto en navegación aérea como en navegación marítima fue el sextante. Desde su invención en 1750 hasta los años 80 aproximadamente, casi 200 años utilizando este maravilloso instrumento.
Esto es debido a que una vez los buques comenzaron a situarse incluyendo cronómetro y almanaque, los estudios en la navegación astronómica se centraron en la teoría de método y cálculo usados en la reducción de las observaciones en lugar de en los avances mecánicos.
Pero, ¿es necesario contar con sextante a bordo hoy en día? Si se diera el caso de que el gps fuera realmente caro, sí sería necesario. Pero en los veleros suele llevarse por duplicado casi todo material considerado importante o indispensable y uno de ellos es el gps. Por lo tanto, casi todos los veleros llevan al menos 2 gps a bordo. El único argumento en contra podría ser… ¿y si falla el sistema eléctrico? El sextante no requiere de electricidad (aunque sí de conocimiento y… ¡práctica!).
Primer video a modo de Cuaderno de bitácora de la CAP —> 5 Enero
A quien tenga interés por saber qué instrumentos se utilizaron en la navegación tradicional con anterioridad al sextante, aquí dejo un mini resumen de la visita al museo (fuente Wikipedia):
Astrolabio – Principal instrumento de navegación marítima XVI a XVIII. En el siglo VIII ya era ampliamente conocido en el mundo islámico. A Europa llega en el siglo XII a través de la España musulmana.
Ballestina – Primera aparición mediados del siglo XIV. La ventaja frente al astrolabio: podía ser usada por un solo hombre pero era muy poco práctica porque necesitaba visualizar y alinear simultáneamente un extremo de la cruceta con el horizonte y el otro extremo con el astro y es muy complicado.
Cuadrante – Finales siglo XVI . Permitía a una sola persona tomar la altura del sol. Se podían hacer las observaciones de la altura del Sol proyectado a través de la lente y del horizonte en visión directa. Fue la primera vez que se utilizaba una lente en un instrumento para llevar la imagen del Sol hasta la imagen del horizonte, técnica que, un poco evolucionada, se emplearía más tarde como base del octante y del sextante.
Octante – 1731. Puede medir ángulos de noventa grados y es posible una observación diurna sin peligro gracias a la incorporación de los filtros solares.
Sextante – 1750. Permitía una observación mucho más precisa de la altura de los astros, lo cual redundaba en una determinación más precisa de la latitud.
Sistema de posicionamiento por satélite – 1980, sin duda de gran ayuda en la navegación y todos los demás campos.
Mañana más en el diario de bitácora de la CAP, cambio y corto.